A mital del mes de enero, San Antón con sus hogueras, abre el periplo de fiestas anuales. La recogida de leña  por los alrededores de la localidad, sobre todo por parte de la chiquillería, llena de calor y color estos días fríos de invierno.

La competición entre barrios por conseguir la hoguera más grande es otro de los alicientes de la fiesta.

Cuando la fuerza de la hoguera desciende, se extraen brasas para asar chuletas de cordero, chorizos, longanizas, panceta y sobre todo patatas, en conpañia de familiares y amigos.

Normalmente la Comisión de Fiestas, recorre las calles del pueblo con un cerdo simulado, vendiendo rifas para un posterior sorteo. Los beneficios son parte de los ingresos para las Fiestas Patronales de ese año. Por la noche se celebra una verbena en la nave multiusos.